domingo, abril 05, 2015

Soy relevante en mi entorno

Réplica al artículo http://diazbaez.com/2015/02/02/lo-que-puede-pasar-en-6-meses/ de Gonzalo Diaz.

Gonzalo, me encantó tu frase “ser relevante en tu entorno”. Te pregunto, ¿todos en este mundo deseamos ser relevantes?; la segunda parte de mi pregunta es ¿todos podemos ser relevantes?

Tú sabes que convivo con a emprendedores todos los días; un porcentaje poco despreciable me sorprende cómo, llenos de ilusión, necesidad y energía, abandonan su idea y la exponen al deterioro del tiempo.

Pero, ¿qué crees?… la idea sigue ahí y persigue a su creador durante años recriminándolo por su falta de valor o exceso de desidia. La idea trata de sobrevivir inyectando pensamientos como “Siempre has querido hacer X”, o peor aún, cuando alguien más la concreta, agoniza diciendo “Ya se te había ocurrido, y no hiciste nada por cobarde/flojo/[pon adjetivo aquí]”.
La idea que generaba ilusión sucumbe dejando culpa y un putrefacto cadáver en la mente de su creador.

¿Qué pasa con las personas que quieren hacer algo y no hacen nada para lograrlo?

Te comparto que hace poco tiempo un colega me hizo un comentario que me pareció ácido, racista y de mal gusto: "yo no hago negocios con gente obesa"; de esas frases que "si lo piensas, no lo digas". Tratando de aprender algo de dicha idea entendí que lo que quiso decir es “no me gusta hacer negocios con gente que no puede dominar sus propios impulsos”; después un amigo mutuo me complementó “no confío en los líderes que no pueden liderarse a sí mismos”.

Gonzalo, el auto olvidado en el bosque llega a deteriorarse tanto que algún día será imposible volverlo a arrancar. ¿Cuántas personas tienen tantos cadáveres pudriéndose en su mente que acaban renunciando a la posibilidad de la acción? Llego a pensar que de estas personas se alimentan las empresas que ofrecen empleos miserables y tratos indignos: empleados que duran años haciendo algo que odian hacer.

Pero… si estas personas - logran hacer, durante años, algo que odian hacer - significa que si son capaces de la acción, inclusive en situaciones adversas; desgraciadamente sus pensamientos y emociones les inhiben la posibilidad de hacer lo que realmente desean. Puedo inferir que el pensamiento central es miedo, y las emociones generalmente son apatía y pereza. ¿Me ayudas a complementar esto?

Creo que todos deseamos ser relevantes en nuestro entorno en algún momento de nuestras vidas, pero permitimos que nuestra experiencia vital merme nuestra capacidad de decidir, accionar y concretar. Hoy sabemos que la neuroplasticidad existe y somos responsables de aprovecharla a nuestro favor.

En tu artículo expones dos alternativas de vida: intensa y sin tiempo personal o tranquila siendo relevante en el entorno. Te ofrezco mi tercer alternativa: una vida emprendedora intensa, apasionada y divertida con tiempo de calidad para mi persona y familiar: para poder realmente ser relevante en mi entorno. ¿Qué opinas?

Gonzalo, te dejo una última pregunta:
¿Qué hábitos debemos instaurar en nuestra vida para lograr ser relevantes en nuestro entorno? y me gustaría que se la contestaras a quienes tienen la chispa y aquellos que creen que ya se les apagó.