domingo, mayo 20, 2012

Tómate tu tiempo

Ven, te invito a tomarte tu tiempo. Ponle pausa a tu mundo 7 minutos, te quiero compartir una simple reflexión.

¡La era de la información está aquí! 
¡Nos llaman los empleados del conocimiento! 
¡La mente de obra! 
¡Los revolucionarios de la información! 


... los que hacemos dinero por pensar más que por hacer no nos deberíamos dar el lujo de ni siquiera pensar lo que hacemos.

La inexperiencia de un profesional del conocimiento emerge a gritos gracias a la velocidad con la cual responde o actúa ante algún tipo de situación que requiera tomarse su tiempo.

Nuestra denominada generación del micro-ondas gusta de lograr cosas en 3 minutos o menos (aunque si hay algunas cosas que preferiríamos que nos tomara un poco más de tiempo). Desgraciadamente no siempre contamos con los megahertz suficientes en el cerebro para lograr una respuesta correcta de forma tan inmediata.

¿Cuántas veces haz recibido respuesta a un correo electrónico donde claramente tu remitente no se tomó el tiempo necesario para entender lo que realmente le estabas pidiendo?

¿Te ha sucedido que en una reunión existen quienes contestan cuestionamientos sin tomarse el tiempo de pensar una sola palabra que de su boca emana?

¿Te ha pasado que algún colaborador no se tomó el tiempo para planear lo que debía hacer para lograr un proyecto y la fecha llegó sin el resultado deseado?

Tómate tu tiempo para contestar estas preguntas.

En una situación apremiante, el contestar un "si" o un "no" sin tomarte tu tiempo para realmente entender el problema y pensar las implicaciones o consecuencias de tu respuesta, puede ocasionar problemas completamente innecesarios.

Nadie puede culparte por pedir algunos minutos, horas o días, dependiendo de la complejidad del problema, para que realmente pienses una respuesta responsable a un problema relevante. Inclusive muchos verían esto como un gesto profesional.

Una hora de pensamiento y planeación puede ahorrar cuatro horas de ineficaz ejecución. Fallar al planear es planear para fallar. Lee dos veces un mail antes de enviarlo. Revisa la propuesta con un colega antes de darla por buena y enviarla al prospecto. Habla lentamente con tu equipo de trabajo y asegúrate que todos entiendan tu mensaje, aunque tome más tiempo. Analiza consecuencias antes de dar un "si" a algún compromiso.

Piensa en esto, tómate tu tiempo.